La cristalización de proteínas es una técnica muy común en farmacología, pero conlleva algunos problemas que, según la NASA, podrían ser solucionados trasladando los laboratorios al espacio.
El mayor problema de la cristalización es que se ha observado que a menudo las moléculas proteicas se fusionan unas a otras de forma aleatoria, formando agregados que pueden alterar el cristal y hacer más dificultoso su análisis con rayos X.
En busca de una solución a este problema, un equipo de la NASA, dirigido por Lawrence DeLucas como investigador principal, ha llevado a cabo el desarrollo de cristales proteicos en la Estación Espacial Internacional, donde el ambiente de microgravedad favorece un proceso de cristalización más lento, de modo que muy rara vez se produce la fusión proteica, obteniendo como resultado cristales más puros y fáciles de estudiar.
Este procedimiento es muy costoso, por las obvias dificultades logísticas que supone enviar todo el laboratorio de cristalización al espacio, pero estos científicos de la NASA esperan que, una vez demostrado su potencial en el campo de la farmacología y la medicina, aumente la inversión en sus investigaciones, que sólo tendrán la posibilidad de llegar a buen término con los apoyos económicos necesarios.
“El laboratorio espacial que creará los fármacos del futuro”, extraído el 13 de julio del 2017 de: http://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20170404/205979539_0.html